El Departamento de Salud del condado de Tulsa, en Oklahoma, Estados Unidos, alertó que las “fiestas ómicron” son una práctica arriesgada en esa jurisdicción con jóvenes que buscan adquirir “inmunidad natural”, por las que han recibido denuncias.
Así ocurrió también en Suiza, donde han tomado cartas en el asunto con una prohibición de tales "fiestas".
El gobierno suizo reconoció, según reportan medios de comunicación europeos, que “esta práctica se está dando en todo el mundo y están siendo realizadas por todo tipo de personas”, los vacunados y los anti vacunas.
En Oklahoma, el doctor Bruce Dart, director ejecutivo del Departamento de Salud del Condado de Tulsa, dijo al noticiero local del Canal 5 que las denuncias indican que los participantes se apuntan a estas fiestas “para contagiarse de una variante” que consideran "leve".
El galeno explicó que ha recibido mensajes a través de redes sociales para indicarle de tales eventos y también para consultas al respecto.
“Recibo a personas que me envían mensajes a través de Facebook y otras redes de personas que organizan fiestas de ómicron para exponerse. No hagas eso. No lo hagas en absoluto", recomendó el médico.
Sobre lo que muchos consideran como “leve”, por los síntomas de la enfermedad causados por esta variante, el doctor Dart afirmó que ese calificativo es relativo en cada caso.
“Nadie quiere saber por sí mismo si tendría un caso leve en particular o no. Sabemos que esta [variante] hace que muchas personas estén muy, pero muy enfermas”, apuntó.
Práctica "aterradora"
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que conocen de esta nueva modalidad de conducta colectiva y que se está popularizando en diferentes latitudes del mundo.
La doctora Maria Van Kerkhove, líder técnica de la OMS, dijo conocer de esas prácticas “aterradoras”, en referencia a los intentan contagiarse deliberadamente de COVID-19 en grupos con infectados.
“Escuché algunas historias muy aterradoras sobre fiestas de personas tratando de infectarse. Es muy inseguro", expresó, y calificó dichas acciones temerarias y de poner en peligro los esfuerzos de autoridades para frenar los brotes y reducir la creciente presión sobre los sistemas de salud.
El doctor Paul Offit, del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, reconoció que tratar de infectarse intencionalmente con ómicron “está de moda”.
Pero alertó que el COVID-19 bajo ninguna circunstancia se puede considerar “un mal resfriado”, sino que se trata, dijo, de una patología todavía en conocimiento sobre las consecuencias para la salud a largo plazo, explicó a la cadema CNN.
La práctica de “fiestas de contagio” se remonta a la varicela, cuando décadas atrás se consideraba “pro-activa” la práctica de llevar a niños sanos a entornos de infección para que obtuvieran inmunidad natural al virus, que puede ser más complicado al contagiarse en edad adulta, según los expertos.
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