Un tren de Francia transportando 11 contenedores con desperdicios nucleares reprocesados, ingresó a Alemania este viernes 25 de noviembre de 2011, en dirección hacia el lugar de depósito.
Las autoridades francesas habían detenido el tren este jueves antes de que arribara a la frontera con Alemania, con la esperanza de evitar las manifestaciones sobre el material radioactivo que estaba siendo transportado hacia los depósitos en la ciudad alemana de Gorleben.
Los manifestantes sostienen que la basura radioactiva podría poner en peligro el medio ambiente y amenazar a la población en caso de un accidente durante su transporte.
El gobierno de Alemania desplegó 19.000 policías para dar seguridad al transporte en territorio alemán.
El pasado miércoles 23 de noviembre el tren partió con atraso de la instalación de reprocesamiento nuclear de Areva, cerca de Normandía, debido a los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que intentaron detener el transporte en Valognes.
La policía disparó gases lacrimógenos y uso los bastones para desalojar a los manifestantes de las vías del tren.
El tren estuvo detenido a unos 50 kilómetros del paso fronterizo de Remilly, en lo que el el portavoz del ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, definió como una parada "planificada".
Se espera que la actual sea la última transferencia de desperdicios nucleares reprocesados desde Francia a Alemania, que ha votado en contra del transporte de combustible radioactivo dentro del país.
Como reacción tras el accidente nuclear ocurrido en la instalación de Fukushima dai-ichi en Japón, tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, la canciller alemana Angela Merkel se comprometió a cerrar todos los reactores nucleares en Alemania para el año 2022.