El regulador de automóviles alemán KBA ordenó a Volkswagen que retire del mercado 2,4 millones de vehículos que contienen software alterados para aventajar las pruebas de emisiones.
Volkswagen había sugerido un retiro voluntario de automóviles. La compañía ha generado críticas por ser lenta en responder al escándalo que estalló el mes pasado cuando autoridades estadounidenses anunciaron que habían descubierto el problema.
La semana pasada, el principal ejecutivo de VW en Estados Unidos, Michael Horn, emitió una “sincera disculpa” durante un testimonio en el Congreso sobre el escándalo que involucra a casi medio millón de sus vehículos diésel en Estados Unidos.
Volskwagen admitió que 11 millones de sus vehículos diésel en todo el mundo contenían el software alterado para evitar las pruebas de contaminación.