Los estudiantes hispanos han comenzado a abandonar las escuelas públicas de Alabama a raíz de un fallo judicial que confirmó la entrada en vigencia de la ley migratoria más severa en Estados Unidos.
Funcionarios de educación dicen que decenas de familias de inmigrantes han retirado a sus hijos de las clases o les mantienen en casa temerosos de que el envío de los niños a la escuela llame la atención de las autoridades.
No hay números precisos a nivel estatal, sin embargo, varios distritos con grandes inscripciones de inmigrantes - desde ciudades pequeñas a grandes distritos urbanos - denunciaron un súbito éxodo de los niños de las familias hispanas, algunos de los cuales, dejarían el estado para evitar problemas con la ley que exige a las escuelas públicas revisar el estado migratorio de los estudiantes, según funcionarios.
La ansiedad se ha vuelto tan intensa que el superintendente en Huntsville, una de las mayores ciudades del estado, hizo un llamado desde un programa de televisión en español para tratar de calmar a los padres preocupados, según la agencia de noticias AP.
"En el caso de esta ley, los estudiantes no tienen nada que temer", dijo Casey Wardynski en un español vacilante. Instó a las familias a enviar a los estudiantes a clase y explicó que el estado sólo está tratando de recopilar estadísticas. “La policía no se involucrará en las escuelas”, insistió Wardynski.
En el condado de Montgomery, más de 200 estudiantes hispanos estaban ausentes un día después de la decisión del juez de aprobar la medida.
Funcionarios locales y estatales están pidiendo a las familias de inmigrantes mantener inscritos a sus hijos en las escuelas. “La ley no prohíbe a nadie asistir a la escuela”, dicen, “ni los estudiantes ni los padres serán arrestados por tratar de obtener educación”.