Poderosas tormentas mataron al menos a 18 personas, hirieron a cientos y dejaron un amplio sendero de destrucción en Texas, Oklahoma y Arkansas, tras arrasar casas y golpear una estación de servicio para camiones donde decenas de personas se refugiaron en un baño, en un nuevo episodio de condiciones climáticas letales en el centro de Estados Unidos.
Las tormentas provocaron el mayor daño en la región que abarca del norte de Dallas al extremo noroeste de Arkansas, y el sistema amenazaba con provocar más fenómenos violentos en otras partes de la región del centro-norte del país por la tarde. Para el lunes, de acuerdo con los meteorólogos, el mayor riesgo se desplazará hacia el este, cubriendo una amplia franja del país desde Alabama hasta cerca de la ciudad de Nueva York.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, anunció que había declarado el estado de emergencia el lunes por la mañana en una publicación en la red social X tras “múltiples reportes de tornados y daños por viento”.
Siete muertes fueron reportadas en el condado Cooke, Texas, cerca de la frontera con Oklahoma, en donde la noche del sábado un tornado atravesó una zona rural cerca de un parque de casas rodantes, según dijo el domingo el gobernador de Texas, Greg Abbott. Entre los muertos había dos niños de 2 y 5 años. En una casa murieron tres miembros de una familia, señaló el jefe de policía del condado.
Las tormentas también mataron a dos personas y destruyeron casas en Oklahoma, en donde los lesionados incluían invitados a una boda al aire libre, así como a ocho personas en Arkansas y otra en Kentucky. Decenas de miles de residentes se quedaron sin electricidad en toda la región.
En Texas, unas 100 personas resultaron heridas y más de 200 viviendas y estructuras quedaron destruidas, dijo Abbott ante una destrozada parada para camiones junto a la pequeña población agrícola de Valley View. La zona estaba entre las más afectadas, y se estimaba que las ráfagas habían alcanzado los 217 kilómetros por hora (135 millas por hora).
“Los sueños y esperanzas de familias y pequeños negocios de Texas han sido literalmente aplastados por tormenta tras tormenta”, dijo Abbott, cuyo Estado ha sufrido varias rondas de clima extremo, incluidas unas tormentas que mataron a ocho personas en Houston.
Hugo Parra, residente de Farmers Branch, en el norte de Dallas, dijo que pasó la tormenta con entre 40 y 50 personas en el baño de una parada de camiones cerca de Valley View. La tormenta derrumbó el techo y las paredes del edificio, torciendo vigas de metal y dejando autos destruidos en el estacionamiento.
“Un bombero vino a ver cómo estábamos y nos dijo, ‘Tienen mucha suerte’”, comentó Parra. “La mejor forma de describir esto es que el viento intentó arrancarnos de los baños”.
Varias personas fueron trasladadas a hospitales en ambulancia y helicóptero en el condado Denton, Texas, también al norte de Dallas.
Ocho personas murieron en Arkansas, según confirmó la gobernadora, Sarah Huckabee Sanders, en una conferencia de prensa el domingo por la noche. Un funcionario de emergencias dijo que dos muertes se debían a las circunstancias de la tormenta aunque no fueran consecuencia directa del tiempo, ya que una persona había sufrido un ataque cardiaco y otra se quedó sin oxígeno debido a un corte de electricidad.
En Oklahoma murieron dos personas en el condado Mayes, al este de Tulsa, según las autoridades.
Un hombre murió el domingo en Louisville, Kentucky, cuando un árbol cayó sobre él, informó la policía. El alcalde de Louisville, Craig Greenburg, confirmó en redes sociales que la muerte estaba relacionada con la tormenta.
Una serie letal de tormentas
La destrucción continuaba con un sombrío mes de letales fenómenos meteorológicos en la zona central del país.
Al menos cinco personas murieron y docenas resultaron heridas por tornados en Iowa la semana pasada. La temporada de tornados ha sido especialmente mala, en un momento en el que el cambio climático contribuye a la fuerza de las tormentas en todo el mundo. Abril fue el segundo mes con más tornados jamás registrado en Estados Unidos.
Meteorólogos y autoridades instaron con urgencia a la gente que se pusiera a cubierto conforme las tormentas recorrían la región el sábado por la noche y el domingo.
Harold Brooks, científico veterano en el Laboratorio Nacional de Tormentas Graves en Norman, dijo que la serie de tornados de los últimos dos meses se debía a un patrón persistente de aire cálido y húmedo.
Se esperaba que el sistema que causó los últimos episodios de mal tiempo se desplazara al este para el resto del fin de semana feriado.
La Indianapolis 500 comenzó con cuatro horas de retraso después de que una fuerte tormenta llegara a la zona, y obligara a los responsables del circuito Indianapolis Motor Speedway a evacuar a unos 125.000 aficionados.
Se esperaban más tormentas graves en Illinois, Missouri, Kentucky y Tennessee. El riesgo de mal tiempo se desplazaría el lunes a Carolina del Norte y Virginia, según los expertos.
[Con información de The Associated Press]
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