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Aire siberiano hará que la investidura de Trump sea la más fría de los últimos 40 años


Trabajadores instalan una valla de seguridad alrededor de la Elipse, cerca de la Casa Blanca, antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump en Washington, el 14 de enero de 2025.
Trabajadores instalan una valla de seguridad alrededor de la Elipse, cerca de la Casa Blanca, antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump en Washington, el 14 de enero de 2025.

Meteorólogos aseguran que una ola de frío siberiano hará que la investidura de Donald Trump como presidente sea la más fría de los últimos 40 años en Estados Unidos.

Una nueva perturbación del vórtice polar extenderá el aire ártico por la parte superior del globo y hará que la segunda investidura de Donald Trump sea la más fría de los últimos 40 años en Estados Unidos, de acuerdo con los meteorólogos.

Después de comenzar en las Montañas Rocosas el jueves por la noche, el frío avanzará hacia el este y hasta el extremo norte de la península de Florida durante varios días. Hasta 280 millones de estadounidenses experimentarán uno o dos días en los que hará más frío que en Anchorage, Alaska, señaló el meteorólogo privado Ryan Maue.

“Sin duda, esta será una de las oleadas de frío más intensas de los últimos 10 o 15 años”, comentó Judah Cohen, experto en meteorología invernal de Atmospheric Environmental Research. “Está extrayendo aire de Siberia. Y, ya saben, eso es consistente con estos episodios porque cuando el vórtice polar se estira, el flujo comienza en Siberia y termina en Estados Unidos”.

La oleada de frío llegará a Washington antes de la investidura de Trump prevista para el lunes frente al Capitolio federal.

El Servicio Meteorológico Nacional pronostica que la temperatura será de unos 6 grados Celsius bajo cero (unos 22 grados Fahrenheit) al mediodía durante la toma de posesión, lo que la convertirá en la más fría desde que la segunda investidura de Ronald Reagan registró temperaturas bajas de hasta 14 grados Celsius bajo cero (7 grados Fahrenheit). En la toma de posesión de Barack Obama en 2009, la temperatura fue de 2 grados Celsius bajo cero (28 grados Fahrenheit).

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Pero eso no es todo, debido a que se pronostica que el viento tendrá una velocidad de 48 a 56 kilómetros por hora (30 a 35 millas por hora).

“Las sensaciones térmicas estarán definitivamente en el punto de congelación”, señaló Zack Taylor, meteorólogo del Centro de Predicción del Tiempo del Servicio Meteorológico Nacional. “Va a ser un frío cortante básicamente a lo largo del National Mall. Y puede ser bastante ventoso allí con el viento del oeste-noroeste justo en la cara”.

Washington podría registrar temperaturas bajo cero más tarde y el miércoles por la mañana podría acercarse a los menos 17 grados Celsius (0 grados Fahrenheit), de acuerdo con Maue. Además, podría romperse un récord de temperaturas bajas en Baltimore, añadió Taylor. Señaló que la mayoría de los récords que se romperán en esta oleada de frío probablemente no serán mínimas nocturnas, sino máximas diurnas aún frías.

Unos 80 millones de personas probablemente experimentarán temperaturas bajo cero en algún momento, dijo Maue.

“El día más frío será el martes por la mañana para los 48 estados contiguos en general”, comentó Maue. La temperatura mínima promedio pronosticada para esa mañana para los 48 estados será de unos 14 grados Celsius bajo cero (7 grados Fahrenheit), apuntó.

Maue dijo que una franja que va de Chicago a Indianápolis y desde Columbus, Ohio, hasta Pittsburgh experimentará el frío más brutal en comparación con sus temperaturas normales.

“Eso es como un corredor de frío extremo, vientos suaves en la noche sobre una capa de nieve. Las temperaturas realmente podrían caer estrepitosamente allí”, señaló Maue.

Las heladas podrían llegar hasta los estados en la costa del Golfo de México y el norte de Florida, según los meteorólogos.

A principios de este mes, los pronósticos a largo plazo insinuaban el peor tipo de frío en 30 años para la primera semana del año, pero esas predicciones se suavizaron a medida que se acercaba la oleada de frío. Se registraron temperaturas bajas, pero no cerca de niveles récord. Esta vez, es lo opuesto. Los modelos computarizados de cada día muestran que hace más frío que el anterior, dijo Maue.

Hay alguna posibilidad de ráfagas de nieve aquí y allá, pero sobre todo va a hacer frío, comentó Taylor, lo que Maue describió como un frío seco.

Al igual que ocurrió a principios de este mes, esta oleada de frío proviene de una perturbación en el vórtice polar, el anillo de aire frío generalmente atrapado alrededor del Polo Norte. Ese anillo se está estirando hacia el sur a través de América del Norte como una banda elástica, dijo Cohen.

Estos eventos de estiramiento están ocurriendo más a menudo en la última década, explicó Cohen. Él y otros expertos han vinculado estos brotes de vórtice polar al cambio climático causado por el ser humano y a la disminución de las diferencias de presión y temperatura entre el Ártico y el resto del mundo.

Esto también desencadena cambios en la corriente en chorro, el río de aire que generalmente lleva el clima de oeste a este, que hace que el aire frío y los sistemas meteorológicos se sumerjan de norte a sur como una montaña rusa.

En el lado este de esa inmersión está el aire frío y potencialmente una presión alta récord, de acuerdo con Taylor y otros.

En el lado oeste, en el sur de California, no solo hay aire más cálido sino también las diferencias de presión extrema que podrían intensificar los ya fuertes vientos que están avivando incendios alrededor de Los Ángeles, según los meteorólogos.

Acostúmbrense. Hay cierto debate entre los meteorólogos sobre cuánto durará este brote de frío extremo, pero las temperaturas por debajo de lo normal podrían mantenerse hasta fin de mes para gran parte del país, dijo Jason Furtado, profesor de meteorología de la Universidad de Oklahoma, quien organizó talleres de meteorología invernal en la conferencia anual de la Sociedad Meteorológica Americana en Nueva Orleans.

Y Cohen añadió que los pronósticos a largo plazo sugieren que las mismas condiciones del vórtice polar podrían regresar a principios de febrero.

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