¿Cómo debe ser el avión del presidente? Los ingenieros del Air Force One trataron de dar respuesta a esa pregunta. Un amplio avión en el que el presidente y sus acompañantes disfrutaran de 1.200 metros cuadrados de superficie en tres niveles, incluyendo un extenso conjunto exclusivo para el presidente que cuenta con una gran oficina, un baño privado y una sala de conferencias.
Sin embargo, nadie pensó en el nombre que le darían en un primer momento y, finalmente, la aeronave se heredó el nombre del distintivo de llamada de radio que se utiliza cuando el presidente está a bordo: el Air Force One.
Si lo quisiera, Obama podría alojar cómodamente a 70 invitados y 26 miembros de abordo y alimentarlas durante diez días.
El Air Force One incluye además un equipamiento médico que puede funcionar como una sala de operaciones, y cuenta también con un médico permanentemente a bordo. El avión de dos galeras de preparación de alimentos puede alimentar a 100 personas a la vez.
¿Pero qué tipo de avión es capaz de todo ello? El Air Force One es un Boeing 747-200B modificado para cumplir con los requisitos presidenciales.
Air Force One es uno de los símbolos más reconocibles de la presidencia, generando innumerables referencias no sólo en la cultura norteamericana, sino en todo el mundo. Adornado con la palabra "Estados Unidos de América," la bandera americana, y el Sello del Presidente de los Estados Unidos, es una innegable presencia allí donde vuela.
Capaz de reabastecerse en pleno vuelo, el Air Force One tiene un rango ilimitado y puede llevar a donde quiera que el presidente tenga que viajar.
Cuenta además con un importante equipo electrónica de abordo que le protege de un pulso electromagnético, y está equipado con avanzados equipos de comunicaciones seguras, lo que permite que la aeronave funcione como un centro de comando móvil en el caso de un ataque contra los Estados Unidos.
En 1944 el presidente Franklin D. Roosevelt inauguró el Grupo de Transporte Aéreo Presidencial, que forma parte de la Oficina Militar de la Casa Blanca. Pero no fue hasta 1962 cuando el presidente John F. Kennedy se convirtió en el primer mandatario en volar en su propio jet, un Boeing 707 modificado.