Las aceitunas son recolectadas a la vieja usanza en la granja de Juan Luque ubicada en el sur de España, donde hombres agitan las retorcidas ramas de los árboles provocando una lluvia de los pequeños frutos verdes hacia los recipientes abajo.
Sin embargo, para Luque y miles de otros agricultores a lo largo y ancho del campo de Europa, la guerra arancelaria que se está gestando entre Washington y Bruselas sobre los subsidios a fabricantes de aviones pone bajo riesgo su subsistencia y miles de empleos.
“Es totalmente injusto que una guerra comercial como la aeronáutica afecte al sector agrario”, comentó Luque el viernes, mientras trabajaba bajo el abrasador calor español.
“Las autoridades europeas tienen que meter mano y el gobierno de España tiene que meter mano para que estas resoluciones no afecten a la agricultura”, añadió.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump dio a conocer el miércoles una larga lista de productos europeos sobre los que planea colocar fuertes aranceles, luego de obtener la autorización de la Organización Mundial del Comercio en torno a los subsidios europeos para el fabricante de aviones Airbus. La Unión Europea espera un fallo similar sobre los subsidios que Washington entrega a Boeing, el cual permitiría imponer gravámenes a bienes estadounidenses.
España, Francia, Alemania y Gran Bretaña son accionistas en Airbus. Los cuatro son objeto de más aranceles que otros países de la UE.
Estados Unidos colocará un arancel del 10% sobre aviones. Pero se prevé que el resto de la larga lista de productos, gran parte proveniente del campo como aceitunas y el queso, se vea impactado por un gravamen del 25%.
Los aranceles de Estados Unidos no entrarán en vigor antes del 18 de octubre, lo que deja tiempo para negociaciones.