Los oficiales de Inteligencia estadounidenses defendieron la actuación de sus agencias ante los sucesos de Tunez y Egipto, si bien se comprometieron a mejorar los servicios en acciones futuras.
“Desencadenantes específicos sobre cómo y cuándo la inestabilidad podría llevar al colapso de los diferentes regímenes no siempre pueden conocerse o preverse", dijo James Clapper, director de inteligencia nacional, durante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado.
"Lo que la inteligencia puede hacer en estos casos es reducir la incertidumbre para la toma de decisiones, pero no eliminar por completo. Sin embargo, no somos clarividentes", añadió.
El director de la CIA, Leon Panetta, dijo que su agencia ha creado un grupo de trabajo de 35 miembros para examinar cómo los disturbios futuros en las regiones sensibles podrían entrar en erupción y evaluar los posibles resultados.
Además, aseguraron que a partir de ahora se prestará mucha más atención a cómo internet y los medios de comunicación social pueden provocar y afectar los movimientos de protesta.
Las agencias fueron duramente criticadas por no haber podido anticiparse a las reacciones violentas que está sufriendo el mundo árabe, generando alertas y otros informes que hubieran podido encauzar mejor las acciones diplomáticas.
