Un congresista y un senador republicano han acusado al presidente Barack Obama de violar la ley al haber aprobado el canje de un soldado estadounidense cautivo en Afganistán a cambio de cinco talibanes presos en la base de Guantánamo.
El representante Howard “Buck” McKeon y el senador James Inhofe dijeron en una declaración que el presidente está obligado por ley a notificar al Congreso 30 días antes de que cualquier terrorista sea transferido de la prisión de Guantánamo.
McKeon, quien preside el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, e Inhofe, el republicano de más rango en el comité equivalente en el Senado, dijeron también que Obama estaba obligado a argumentar que una vez libres los excarcelados ya no representan una sustancial amenaza terrorista.
Tan pronto se produjo el intercambio en un sitio cercano de la frontera afgana con Pakistán, Obama recibió a los padres del sargento Bowe Bergdahl en la Casa Blanca y dijo que la entrega a Qatar de los cinco talibanes no pone en peligro la seguridad nacional.
La Casa Blanca admitió que la decisión del canje fue tomada a contrapelo de las exigencias legales y aludió como justificación a “circunstancias urgentes y singulares”.
Según el ejecutivo, había que actuar con rapidez dada la oportunidad de asegurar la liberación del estadounidense, quien estuvo casi cinco años cautivo por talibanes en Afganistán.
Los dos legisladores opuestos al canje alegan que los terroristas tendrán ahora un “fuerte incentivo para capturar a estadounidenses. Eso pondrá a nuestras fuerzas en Afganistán y en todo el mundo incluso en un mayor riesgo”.
El secretario de Defensa de EE.U., Chuck Hagel, declaró este domingo de visita en Afganistán que espera que el intercambio de prisioneros permita avances en las relaciones con los insurgentes talibanes.
El representante Howard “Buck” McKeon y el senador James Inhofe dijeron en una declaración que el presidente está obligado por ley a notificar al Congreso 30 días antes de que cualquier terrorista sea transferido de la prisión de Guantánamo.
McKeon, quien preside el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, e Inhofe, el republicano de más rango en el comité equivalente en el Senado, dijeron también que Obama estaba obligado a argumentar que una vez libres los excarcelados ya no representan una sustancial amenaza terrorista.
Tan pronto se produjo el intercambio en un sitio cercano de la frontera afgana con Pakistán, Obama recibió a los padres del sargento Bowe Bergdahl en la Casa Blanca y dijo que la entrega a Qatar de los cinco talibanes no pone en peligro la seguridad nacional.
La Casa Blanca admitió que la decisión del canje fue tomada a contrapelo de las exigencias legales y aludió como justificación a “circunstancias urgentes y singulares”.
Según el ejecutivo, había que actuar con rapidez dada la oportunidad de asegurar la liberación del estadounidense, quien estuvo casi cinco años cautivo por talibanes en Afganistán.
Los dos legisladores opuestos al canje alegan que los terroristas tendrán ahora un “fuerte incentivo para capturar a estadounidenses. Eso pondrá a nuestras fuerzas en Afganistán y en todo el mundo incluso en un mayor riesgo”.
El secretario de Defensa de EE.U., Chuck Hagel, declaró este domingo de visita en Afganistán que espera que el intercambio de prisioneros permita avances en las relaciones con los insurgentes talibanes.