La fuerza aérea estadounidense bombardeó este martes posiciones talibanes en el norte de la ciudad afgana de Kunduz, un día después que los insurgentes se apoderaran de ella.
El portavoz de la OTAN, Coronel Brian Tribus, dijo que el bombardeo se realizó para “eliminar una amenaza a las fuerzas de la coalición y afganas” en los alrededores de la ciudad.
Además del bombardeo hubo reportes de nuevos enfrentamientos terrestres cuando las fuerzas de seguridad afganas rodearon la ciudad y retomaron el cuartel de la policía y una prisión.
La ofensiva talibán del lunes fue la primera vez que los insurgentes logran capturar una ciudad importante desde que fueron sacados del poder en 2001, encendiendo las alarmas y las condenas de funcionarios afganos y de Naciones Unidas.
Un portavoz del ministerio de Salud afgano, Wahidulla Mayar, dijo en su cuenta de Twitter que los hospitales de Kunduz habían recibido 16 cadáveres y 172 personas heridas desde que comenzaron los combates.
Los combates del lunes dejaron docenas de muertos y heridos entre las fuerzas de seguridad afganas antes de que los sobrevivientes abandonaran la capital provincial, en los que el ejército afgano describe como una “retirada táctica”, asegurando que el gobierno mantiene el control en el resto de distritos en la provincia.
Por su parte, el Talibán aseguró este martes que sus combatientes consiguieron más territorio, al ocupar dos nuevos distritos en la vecina provincia Takhar.