La industria de la aviación comercial de Estados Unidos espera reactivar sus operaciones entre mediados de mayo y el mes de junio, según ejecutivos del sector, que reconocen que la industria habrá cambiado para siempre.
“Tenemos que estar listos para el reinicio y el reinicio vendrá”, dijo Thomas Flohr, presidente de VistaJet a la cadena noticiosa CNBC. “Creemos que eso ocurrirá en la segunda parte del segundo trimestre, hacia finales de mayo o inicios de junio”.
Las aerolíneas estadounidenses están volando a un 10 por ciento de su capacidad, sirviendo únicamente ciertas rutas domésticas en las que el porcentaje de ocupación de los aviones les permite volar por encima del punto de equilibrio financiero.
La industria de la aviación comercial estadounidense ha recibido una línea de rescate gubernamental de unos 60.000 millones de dólares, principalmente para poder mantener en planilla a todos sus trabajadores y evitar despidos.
Las aerolíneas estadounidenses han pedido y obtenido en la mayoría de los casos autorización de la Junta Nacional de Transporte y Seguridad (NTSB, por sus siglas en inglés) para suspender ciertas rutas en que los aviones han ido prácticamente vacíos.
La reactivación de los vuelos internacionales dependerá del levantamiento de las restricciones que los distintos países adoptaron para tratar de evitar el avance del coronavirus.
Pero antes de eso, las aerolíneas deberán esperar a que los usuarios, sus pasajeros, estén listos para volver a entrar a una cabina presurizada con por lo menos 200 desconocidos en tiempos del coronavirus.
En un esfuerzo por inspirar confianza y tranquilidad de los usuarios, varias aerolíneas están desde ahora dando a conocer las medidas preventivas que estarán tomando a partir de que empiece a reactivarse la industria.
JetBlue, la aerolínea que compite en base a bajos precios, anunció que será la primera en exigir a todos sus pasajeros que usen mascarillas al abordar sus aviones. Pero la aerolínea no dará las mascarillas.
American Airlines, que no compite en base a precios bajos, anunció en su página web que sí distribuirá mascarillas, guantes y gel desinfectante a sus pasajeros.
United Airlines por su parte, anunció en un tuit que estará desinfectando sus aviones después de cada vuelo usando una máquina electroestática, con la que rociará un desinfectante que se adhiere a las superficies de los asientos, las bandejas y toda superficie que un pasajero puede tocar.
American Airlines también destaca que estarán haciendo “fogging” a sus aviones todas las noches. Fogging es un procedimiento por el que una densa niebla de desinfectante es esparcida por la cabina del avión y dejada ahí para que se disipe de forma natural. También estarán bloqueando ciertos asientos para proveer más distancia entre cada pasajero.
Una vez los pasajeros superen el temor de volver a volar, las aerolíneas tendrán que maniobrar para dar servicio a la mayor cantidad de rutas en las que tengan suficiente demanda para tener un índice de ocupación de entre un 80 y 90 por ciento.
“Será difícil para las aerolíneas reactivar la logística, reiniciar su red global entera porque al inicio tendremos factores de carga muy bajos”, dijo Flohr, de VistaJet. “¿Será entonces rentable activar un 777 o un Airbus A380 en una ruta que obviamente era rentable cuando había un factor de carga del 80 0 90 por ciento?”.
Una posible estrategia seria establecer alianzas entre las grandes aerolíneas y empresas con aviones más pequeños que podrían ser usadas en las rutas donde la demanda no amerite usar un avión de mayor capacidad.
Por lo menos uno de los grandes protagonistas de la aviación comercial, la australiana Virgin Airlines, se ha declarado en bancarrota y ha iniciado un proceso de reorganización para poder seguir operando.
Durante un tiempo, la industria verá su tamaño encogerse. Y según el presidente de la fábrica de aviones, Boeing, tomará dos o tres años para que las aerolíneas recuperen el tráfico que tenían en 2019, y varios años más para empezar a crecer nuevamente.
“La crisis de salud es algo como lo que nunca hemos experimentado antes”, dijo David Calhoun, presidente de Boeing, según reportó NPR, la Radio Nacional Pública de Estados Unidos.
La demanda de vuelos se ha reducido en un 95 por ciento desde inicios de marzo, las aerolíneas tienen estacionados unos 2.800 aviones y las aerolíneas en todo el mundo afrontan una pérdida global de alrededor de 314.000 millones de dólares en el presente año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.