Un alto funcionario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) dijo al Congreso, que los agentes estadounidenses están limitando deliberadamente las solicitudes de asilo en la frontera con México con el objetivo de desalentar a los migrantes.
Los demócratas de alto rango, según Buzz Feed News, dijeron en una carta a la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza que "el testimonio a puerta cerrada planteaba dudas sobre si la administración estaba cumpliendo con la ley".
Los críticos sostienen que el CBP está limitando el número de solicitudes de asilo para disuadir a las personas.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump, dijo a través de Twitter, que "la inmigración ilegal le cuesta a Estados Unidos más de 200 mil millones de dólares al año. ¿Cómo se permitió que esto sucediera?".
Jud Murdock, comisionado adjunto interino de CBP, contradijo las afirmaciones oficiales sobre la "medición" y señaló que el límite sobre las solicitudes de asilo se debe a la falta de recursos, como falta de espacio y de personal de detención. "Cuando se le preguntó acerca de la práctica en una audiencia en el Senado la semana pasada, el comisionado de CBP, Kevin McAleenan, dijo que no era un elemento disuasivo", indica Buzz Feed News.
La carta también hace acotación a una afirmación de Murdock, a comienzos de este mes, durante una sesión informativa cerrada ante el Congreso, donde CBP indicó que se optó por limitar las solicitudes porque "cuanto más procesemos, más vendrán".
Buzz Feed News también señala que las respuestas de Murdock a las preguntas de seguimiento "indicaron claramente, dado el contexto, que la decisión del Departamento de limitar el procesamiento estuvo motivada principalmente por su deseo de disuadir a los migrantes de buscar asilo en los puertos de entrada" en general, según la carta, que fue firmada por Los representantes Zoe Lofgren, Bennie Thompson y Jerrold Nadler, los demócratas de mayor rango en el Subcomité de Inmigración, el Comité de Seguridad Nacional y el Comité Judicial, respectivamente, señala la publicación.
La carta fue enviada el lunes a McAleenan y exige respuestas sobre el tema. Para los opositores, la práctica es ilegal.
"Estos comentarios no solo contradicen las declaraciones anteriores de la Administración sobre este tema, sino que también plantean preguntas importantes sobre el cumplimiento del Departamento con la autoridad legal existente", escribieron los representantes, según el medio estadounidense.
Por su parte, los funcionarios de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se han defendido y dicen que las explicaciones no tienen contexto. Señalan que al llegar más familias, aumentan los desafíos que pueden llegar a ser insostenibles.
Bajo la administración de Donald Trump y según un estudio publicado este mes por el Centro Robert S. Strauss para la Seguridad Internacional y la Ley de la Universidad de Texas, en Austin, "la práctica comenzó hace más de dos años y se ha "institucionalizado" a lo largo de la frontera suroeste en los últimos seis meses", indica Buzz Feed News.
El medio también señala que "la declaración de Murdock no solo confirma que el DHS está utilizando la medición para las solicitudes de asilo de paso lento, independientemente de si la agencia tiene la capacidad de procesarlas, sino también que lo están haciendo con el fin de disuadir a los futuros arribos de solicitantes de asilo" dijo Sarah Pierce, analista del Instituto de Políticas de Migración.
El Consejo de Inmigración estadounidense ha presentado una demanda federal en la que se impugna la práctica.
Larga espera
Según The Associated Press, varios solicitantes de asilo, junto con dos miembros del Congreso de EE. UU., esperaron el lunes en una pequeña parte del territorio estadounidense, durante horas, para exigir que sus reclamaciones se procesaran de inmediato.
De acuerdo con Nicole Ramos, abogada de "Al Otro Lado", organización de servicios legales que trabaja en nombre de los migrantes, 21 solicitantes de asilo hondureños acamparon en suelo estadounidense, en el puerto de entrada de Otay Mesa en San Diego, con la frontera oficial que separa a EE. UU. y el sur de México y las cabinas de inspección de EE.UU., al norte.
El lunes, en la noche, Ramos afirmó que una familia de cinco y un hombre continuaron esperando, respaldados por la presencia de los representantes demócratas de California: Nanette Barragan y Jimmy Gómez. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos procesó ocho niños sin acompañantes, una madre con cinco niños y un hombre, señaló.
"Los niños están enfermos, están llorando, han tenido que usar el baño", dijo Ramos, según AP. "Hemos tenido que conseguir mantas y comida para ellos".
Ramos dijo que los 21 hondureños que buscaron asilo corrían un mayor riesgo de quedarse en México.
Al respecto, CBP no hizo comentarios puntuales; ellos insisten en que el proceso se ha hecho lo más rápido posible, niegan el rechazo de asilo y dicen que simplemente se pide una espera temporal en México.
CBP insiste en el aumento de solicitudes de asilo en la frontera de Estados Unidos con México, donde las personas que expresaron temor de regresar a sus países de origen aumentó un 67 por ciento; al 30 de septiembre se presentaron 92.959, de 55.584 el año anterior.
Según AP, la espera en el cruce de San Ysidro "se acercó a 3.000 nombres, incluso antes de que una caravana de más de 6.000 personas llegara a la ciudad fronteriza el mes pasado. El cruce de San Ysidro generalmente procesa de 60 a 100 solicitudes de asilo por día, lo que significa que es probable que muchos tengan que esperar en Tijuana durante meses".