Más de 20 manifestantes fueron acusados formalmente el miércoles por los disturbios de Hong Kong, el cargo más grave presentado desde el inicio el pasado mes de las masivas protestas en el territorio semiautónomo chino.
Partidarios de los acusados se congregaron cubriéndose con paraguas de la lluvia en el exterior del tribunal.
"Recuperen Hong Kong, revolución de nuestro tiempo", coreaban los manifestantes.
Las masivas movilizaciones comenzaron el mes pasado en respuesta a una legislación de extradición, ahora suspendida, pero crecieron para abarcar demandas para una mayor democracia y responsabilidad por parte del gobierno.
En la noche del martes, la policía reportó que 44 personas fueron acusadas de disturbios y una de posesión de armas de ataque. Solo 23 de ellos aparecieron en el tribunal el miércoles y todos quedaron en libertad bajo fianza.
Los acusados deben entregar su documentación de viaje y no pueden salir de sus casas entre la medianoche y las 06:00 de la mañana. Su vista de sentencia está prevista para el 25 de septiembre. No estuvo claro cuándo comparecerán los demás.
Los acusados levantaron barricadas, rompieron cercas, dañaron señales callejeras y atacaron a agentes de policía con ladrillos y barras de hierro, según indicaron las autoridades.
La policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma en varias ocasiones para hacer retroceder a los disconformes que bloqueaban las calles con señales y paraguas. Los agentes realizaron avisos antes de lanzar los gases lacrimógenos, pero los manifestantes no cedieron terreno y respondieron arrojando huevos.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que asiste el miércoles a la cumbre anual de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) se refirió a Hong Kong antes de partir a Tailandia, donde se celebra la reunión regional.
"Con respecto a Hong Kong (...) son los habitantes de Hong Kong que le piden a su gobierno que los escuche. Por lo tanto, siempre es apropiado que cada gobierno escuche a su gente", expresó Pompeo.