El presidente Donald Trump anunció el jueves el retiro inmediato de Estados Unidos del acuerdo sobre cambio climático de París alcanzado en 2015.
Al explicar su decisión como "una reafirmación de la soberanía estadounidense", Trump dijo que fue "electo para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no a los de París".
El mandatario señaló que Estados Unidos trataría de reincorporarse al pacto bajo condiciones más favorables o procuraría establecer “una negociación completamente nueva”.
Pero agregó que la renegociación difícilmente es una prioridad, y señaló que "si podemos, grandioso. Si no podemos, está bien".
"Este es un acuerdo que pone en desventaja a EE.UU y beneficia exclusivamente a otros países," remarcó el presidente en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
El pacto internacional, según Trump, beneficia a los demás países del mundo mientras que supone un retroceso económico para EE.UU, causando la pérdida de miles de empleos.
“Este acuerdo es menos sobre el clima y más sobre otros países ganando ventajas financieras a costa de EE.UU.”, afirmó.
Trump criticó el convenio, alegando que permite a países como India o China, que junto con EE.UU están entre los mayores emisores de gases del efecto invernadero, expandir su producción de carbón.
“A India se le permitirá duplicar su producción de carbón para el 2020,” dijo el presidente, “India puede hacerlo y nosotros no.”
El cumplimiento del acuerdo conllevaría la pérdida de miles de empleos en industrias pesadas en el país como la siderúrgica, la automovilística y del cemento, dijo el mandatario estadounidense.
“Transfiere el empleo fuera de EE.UU y lo desplaza a países extranjeros,” afirmó Trump.
“Vamos a tener el aire más limpio, vamos a tener el agua más pura, vamos a ser amigables con el medioambiente, pero no vamos a hacer que nuestros negocios quiebren. No vamos a perder nuestros empleos”, agregó.
“No queremos que otros líderes y otros países se rían de nosotros —y no lo harán”, advirtió.
Reacciones
El expresidente Barack Obama lideró las críticas al anuncio de Trump, diciendo que está seguro "de que nuestros estados, ciudades y empresas se esforzarán y harán aún más para liderar el camino y ayudarán a proteger el único planeta que tenemos para las generaciones futuras".
Su vicepresidente Joe Biden afirmó que "Ya se está sintiendo el impacto del cambio climático. Retirarse del #AcuerdodeParís pone en peligro la seguridad de EE.UU y nuestra habilidad para ser dueños de un futuro de energía limpia".
El expresidente Bill Clinton escribió: "Abandonar el tratado de París es un error. El cambio climático es real. Debemos más a nuestros hijos. Proteger nuestro futuro también crea más empleos".
El exvicepresidente Al Gore calificó la decisión de Trump como "una acción negligente e indefendible, que socava la posición de Estados Unidos en el mundo y amenaza dañar la capacidad de la humanidad para resolver la crisis climática a tiempo".
Gore advirtió: "... si el presidente Trump no quiere liderar, el pueblo estadounidense lo hará. Líderes civiles, alcaldes, gobernadores, CEOs y la mayoría de la comunidad empresarial asumirán este reto".
"Estamos en medio de una revolución de energía limpia que ninguna persona o grupo puede detener", afirmó el exvicepresidente demócrata.
Hillary Clinton llamó la decisión "un error histórico...que deja a las familias y trabajadores estadounidenses atrás".
Bernie Sanders afirmó que retirarse del Acuerdo de París, es "una abdicación del liderazgo estadounidense y una verguenza internacional".
En Europa
Los líderes de Francia, Alemania e Italia emitieron un comunicado lamentando la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo global de cambio climático, y aclarando que el pacto "no puede renegociarse", porque es un instrumento vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías.
Los gobernantes reafirmaron su compromiso de aplicar rápidamente el Acuerdo de París, incluidos sus objetivos financieros relacionados con el clima, y alentaron todos sus asociados a acelerar las medidas para combatir el cambio climático. También prometieron reforzar las gestiones para apoyar a los países en desarrollo, en particular a los más pobres y vulnerables, en el logro de sus metas de mitigación y adaptación.
En la ONU
El portavoz del Secretario General de la ONU Antonio Guterres dijo en un comunicado, que “La decisión de los Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París sobre el cambio climático representa una gran decepción para los esfuerzos mundiales por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la seguridad mundial".
"El Secretario General sigue confiando en que las ciudades, los Estados y las empresas de los Estados Unidos, junto con otros países, seguirán demostrando su visión y liderazgo, trabajando para lograr un crecimiento económico resistente y con bajas emisiones de carbono, que creará empleos y mercados de calidad, para la prosperidad del siglo XXI", agrega el mensaje.
Activistas
Personalidades activas en la lucha contra el medio ambiente, como el actor Leonardo DiCaprio dijo "Hoy nuestro planeta sufrió. Es más importante que nunca tomar acción".
The Elders, el grupo de líderes independientes fundado en 2007 por Nelson Mandela para trabajar por la paz y los derechos humanos, condenó la acción del presidente Trump, y afirmó que "el acuerdo no puede ser desmantelado por ningún país", al tiempo que exhortó a los demás signatarios del pacto a incrementar "ambiciosamente" sus esfuerzos para luchar contra el cambio climático.
Otros famosos que criticaron la acción fueron Bette Midler, Josh Gad, John Legend, el cineasta Michael Moore, y el astronauta Scott Kelly.
Gobernadores toman acción
Los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo; de California Jerry Brown y del noroccidental estado de Washington Jay Inslee, anunciaron la creación de una Alianza del Clima para "tomar acción agresiva sobre el cambio climático".
La alcaldesa de Washington D.C. Muriel Bowser, ordenó iluminar el edificio de la alcaldía de la ciudad de color verde en apoyo al Pacto de París.
Consecuencias
Salirse del acuerdo aislará a Estados Unidos de una gran cantidad de aliados internacionales que pasaron años negociando el tratado de 2015 para combatir el cambio climático y la contaminación al reducir las emisiones de carbono en casi 200 naciones.
Mientras viajaba por el extranjero la semana pasada, Trump fue presionado varias veces tanto por líderes europeos como por el Vaticano para que mantenga al país en el pacto.
Trump ha dicho desde hace mucho que las ideas sobre el calentamiento global son un "engaño" y durante la cumbre de los países industrializados del G7 la semana pasada en Bruselas, se rehusó a unirse al consenso y pidió tiempo para decidir.
La decisión de Trump pone a Estados Unidos junto a Siria y Nicaragua, los únicos dos países que no participan del acuerdo de 2015.
El convenio compromete a los participantes a reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, que los científicos culpan por el aumento de los niveles de los océanos, las sequías y el clima extremo que ha sufrido el mundo de manera más frecuente.
Estados Unidos es el segundo mayor contaminante del mundo, detrás de China. El presidente Barack Obama y el presidente chino Xi Jinping fueron clave para alanzar el pacto.
¿Qué es el acuerdo de París?
El Acuerdo de París, que se negoció en la capital francesa en el 2015, es un convenio en el que 194 países se comprometieron a adoptar energías renovables, reducir la emisión de gases del efecto invernadero y controlar el aumento de las temperaturas globales, a fin de combatir el cambio climático.
A pesar de que todos los países firmaron el acuerdo, solo 147 lo han ratificado. Entre ellos están China, India y Estados Unidos, los países con mayor emisión de gases de efecto invernadero en el mundo. Solo EE.UU es responsable de 14.4% de este tipo de emisiones.
El objetivo principal del acuerdo es mantener el promedio mundial del aumento de temperatura por debajo de los 2 °C (3.6°F).
A pesar de que el acuerdo entró en vigor en noviembre del 2016, no hay repercusiones legales claras en caso de que algún país rompa con lo prometido. En cambio, el convenio establece un marco de referencia para lograr el compromiso con el medio ambiente.
EE.UU, por ejemplo, se comprometió a reducir sus emisiones en un 26% para el 2025.
El acuerdo también hace énfasis en la responsabilidad de los países desarrollados de ayudar a las naciones no desarrolladas a reducir sus contribuciones al cambio climático.
EE.UU ha tenido históricamente una gran influencia en la diplomacia internacional, especialmente en la ONU. Al ser uno de los países desarrollados con mayor emisión de gases del efecto invernadero, su retiro podría llevar a los países subdesarrollados a no cumplir con los compromisos de París o debilitar sus esfuerzos para reducir sus propias emisiones.
También podría suceder que otros países, como China, que han presionado por una vigilancia mucho más reducida de los compromisos de cada país con el medio ambiente, tomen el liderazgo de la discusión diplomática sobre el tema.
Todo esto, haría que la meta de combatir el cambio climático, reducir las emisiones de gases del efecto invernadero y evitar que la temperatura global promedio del planeta siga aumentando, y sea cada vez más difícil combatirla.