Funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU) están presionando para que muchos de los centroamericanos que llegan ilegalmente a Estados Unidos sean considerados como refugiados desplazados por el conflicto armado.
La acción busca aumentar la presión sobre EE.UU. y México para aceptar a decenas de miles de personas actualmente no elegibles para asilo.
Funcionarios del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informaron que esperan un acuerdo regional este jueves, cuando representantes migratorios y de los departamentos del Interior de EE.UU., México y Centroamérica se reúnan en Nicaragua.
Las autoridades discutirán la actualización de una declaración de hace 30 años respecto de las obligaciones que las naciones tienen para ayudar a refugiados.
Si bien la resolución carecería de valor jurídico, ACNUR señaló en un comunicado que “EE.UU. y México deben reconocer que se trata de una situación de refugiados, lo que implica que no deben ser enviados automáticamente a sus países de origen, sino que reciben protección internacional”.
La mayoría de las personas ampliamente consideradas como refugiados por la comunidad internacional están huyendo de conflictos tradicionalmente políticos o étnicos, como los de Siria o Sudán.
En este caso, los centroamericanos serían uno de los primeros emigrantes modernos considerados refugiados porque huyen de la violencia y la extorsión a manos de bandas criminales y pandillas.