Aunque las cifras de muertos a manos del crimen organizado asustan en Latinoamérica, un mal más grave cuenta sus víctimas por miles, sin que haya todavía un programa para combatirlo.
Según cifras de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), en 2013, 16 de cada 100.000 habitantes de la región murieron por accidentes de tránsito.
República Dominicana lidera la lista de muertes por accidentes de tránsito con 41,7 personas de cada 100.000, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una cifra muy superior a la de Estados Unidos, en donde a penas fallecen en situaciones similares 4,7 personas cada 100.000 habitantes.
En Venezuela, un país en donde las motocicletas son muy populares, debido a los interminables congestionamientos viales, los motorizados representan el 25,73 por ciento de las muertes por tránsito, según cifras del Observatorio de Seguridad Vial.
En Uruguay, 21,5 de cada 100.000 personas fallecen al año en accidentes viales y mientras que 7,9 por homicidios.
El ejemplo muestra que aunque para la gran mayoría de los latinoaméricanos la mayor preocupación es la delicuencia, en algunas naciones, hay más probabilidades de morir por un accidente de tránsito, que en manos de un delincuente.
Argentina es otra de las naciones con problemas similares. En ese país, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en gente de entre 1 y 32 años.
Según los datos de la OMS, el fenómeno se repite en Brasil, México, Perú, Colombia y toda Centroamérica, excepto Costa Rica y Nicaragua, en donde como en Cuba, los gobiernos han tomado extrictas medidas para penar por ejemplo, a los conductores temerarios, o bajo influencia del alcohol.