El equipo legal de Donald Trump asegura que los cargos presentados contra el presidente podrán ser desestimados rápidamente porque no están debidamente sustentados. Lo dijo poco antes de difundir un memorando con los argumentos que expondrá en el juicio político al mandatario, que comienza este martes en el Senado.
Esta información va en la línea de reportes que aseguran que el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, prepara un reglamento que facilitará desestimar los cargos de abuso de poder y de obstrucción a la investigación del Congreso que pesan sobre Trump.
La Casa Blanca, por su parte, tildó el proceso de ser "una peligrosa aberración de la Constitución".
McConnell señaló hace semanas que se coordinaría con el equipo legal de la Casa Blanca para liquidar el juicio político lo antes posible y evitar la presencia de testigos, como pide la oposición demócrata.
Este martes, se espera que los senadores decidan las reglas del juicio, y que tanto la defensa como la acusación presenten sus argumentos.
Las acusaciones
Uno de los primeros puntos en que hacen énfasis los abogados de Trump es de que no se identifica claramente cuál o cuáles son los supuestos delitos cometidos por el presidente en sus actuaciones con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en las que buscó que se abrieran investigaciones del ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter, Biden, quien laboró para una empresa de gas natural ucraniana.
Según los demócratas, Trump “abusó del poder” de la Presidencia para que un presidente extranjero iniciara una investigación de su principal rival electoral, con lo que obtendría un beneficio político y abrió la puerta para que un gobierno extranjero se involucrara en un proceso electoral estadounidense. Acusan a Trump de haber presionado al presidente de Ucrania y de ponerlo en una situación “quid pro quo” o “dame y te daré”, reteniéndole ayuda militar aprobada para el Congreso como presión para que investigara a los Biden.
Pero según los republicanos, la ayuda nunca fue condicionada. Y afirman que la ayuda fue retenida momentáneamente pues el presidente Trump tenía preocupaciones legítimas de corrupción en Ucrania. Algo que también molestaba a Trump es su valoración de que los países de la Unión Europea integrados en la Organización de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN), no estaban asumiendo su justa parte del apoyo a Ucrania.
En su documento de estrategia, los abogados de Trump señalan que retener ayuda militar ya aprobada por el Congreso no es nada raro. Señalan cinco ejemplos de como ayuda militar fue retenida a Afganistán, Pakistán, Líbano, Corea del Sur y Honduras, Guatemala y El Salvador. El documento cita declaraciones de varios testigos que dijeron que la retención de ayuda militar es frecuente, debido a los múltiples procesos de revisión.
Los demócratas citan una conversación telefónica que Trump tuvo con el presidente Zelensky en julio en la que se habla de la ayuda militar y paso seguido Trump le dice: “Pero necesitamos que nos hagas un favor”, y se refiere luego a la necesidad de la investigación.
Trump finalmente liberó la ayuda militar a Ucrania en septiembre, sin lograr que Zelensky anunciara la investigación. Según los republicanos, esto demuestra que no hubo en ningún momento una situación “quid pro quo”.
El Proceso
Los abogados de Trump afirman que para destituir a un Presidente en funciones, la Constitución establece que haya una violación a una ley establecida.
“Abuso de Poder no es un delito establecido y es una acusación particularmente débil”, dicen los abogados de Trump en el documento revelado este lunes. “Es un mal comportamiento usado como un mal motivo. Los hechos son en realidad completamente a la inversa”.
Y es que según los republicanos, los demócratas han tergiversado la Constitución, abusando de su poder, para intentar armar un caso judicial sin tener evidencias sólidas.
Cuando los demócratas intentaban obtener evidencias y testimonios en las audiencias realizadas en la Cámara de Representantes, citaron a varios funcionarios de la Casa Blanca a comparecer ante los comités investigadores. Pero Trump les prohibió públicamente no cooperar con los legisladores por considerar el proceso “una farsa”.
Los demócratas acusan ahora a Trump de “obstruir al Congreso” en sus labores de fiscalización del Poder Ejecutivo. Sobre ésta última acusación dijeron que era un cargo “frívolo y peligroso” pues representaba un intento de alterar la separación de poderes esbozada en la Constitución.
La estrategia legal de Trump será calificar los artículos para destitución como “constitucionalmente inválidos”, y afirmar que “son un ataque contra los estadounidenses”.
Con dicha estrategia los abogados de Trump no sólo atacan los cargos o causales con la que los senadores consideraría destituir al Presidente, sino que a la vez enjuician al mismo proceso con que los demócratas han querido enjuiciar al presidente.
Según la estrategia legal de Trump, el presidente hizo lo correcto al invocar “privilegios e inmunidades” contempladas en la Constitución para defenderse de un proceso legal “defectuoso” y no “obstruyó al Congreso” al hacerlo.
El “defecto” de las citatorias a los funcionarios, según la defensa de Trump, estuvo en que la Cámara no había realizado hasta ese momento una votación formal abriendo el proceso de juicio político. La Ley exige una votación, dicen los republicanos. Falso, refutan los demócratas.
“Más de 200 años de precedentes confirman que la Cámara debe votar para empezar un proceso de juicio político”, afirma el documento publicado por los abogados de Trump.
La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, eventualmente convocó a una votación, pero los republicanos afirman que esto dejó sin validez todo lo actuado previo al voto.
El documento presentado por los abogados de Trump ofrece un esbozo de lo que será la estrategia de defensa. Aún están por definirse las reglas que se seguirán en el Senado durante el juicio político. Según el diario The New York Times, el líder de la mayoría republicana pretende redactar normas que permitan llevar a cabo una exoneración rápida de Trump.
Los demócratas por su parte insisten en que aún faltan por escucharse los testimonios de funcionarios a los que Trump no les permitió testificar. Pero por ahora, no hay señales que los demócratas vayan a tener suficientes votos para obligar a que se citen a esos testigos adicionales.