La tasa de crímenes violentos en Estados Unidos tuvo una tendencia a la baja por segundo año consecutivo para el 2018, según datos proporcionados por el FBI en su informe anual sobre delitos.
El informe proporcionado, resaltan que hubo un estimado de 369 crímenes violentos por cada 100 mil habitantes en 2018, 3.9 por ciento menos que 2017. Año en el que también se reportó disminuciones en dicho rubro.
Los descensos consecutivos tuvieron un aumento del 8 por ciento entre 2015 y 2016 y pusieron la tasa de delitos violentos a casi un 15 por ciento menos que hace una década y más de un 50 por ciento por debajo de los niveles observados a principios de la década de 1990, cuando Estados Unidos se vio envuelto en una ola de crímenes.
El informe se presentó apenas una semanas después de que la unidad de estadísticas del Departamento de Justicia publicara una encuesta que mostró un aumento del 22 por ciento en el número de víctimas de delitos violentos en EEUU en los últimos tres años.
El reporte anual de hogares incluye los delitos denunciados y no denunciados a la policía, mientras que las estadísticas observadas de cerca por el FBI se basan en informes voluntarios de miles de departamentos de la policía de todo el país.
El auge y la caída de los crímenes violentos en los últimos años han alimentado un debate entre los encargados de formular políticas y criminólogos sobre las causas subyacentes y si éstas indican una nueva tendencia.
Al asumir el cargo, el gobierno de Donald Trump culpó del aumento de los delitos violentos de 2015-2016 a las políticas de inmigración del ex presidente Barack Obama y luego se atribuyó el crédito por el cambio más reciente de instaurar políticas duras contra el crimen y la aplicación de la ley. Pero para los criminólogos esa es una lectura simplista de la tendencia a largo plazo.
Lo que está claro es que el crimen violento sigue siendo sustancialmente más bajo que el pico de la década de 1990, a pesar de las fluctuaciones recientes y las tasas excesivamente altas en algunas ciudades importantes.
"A través de las tres métricas (asesinato, crimen violento y crimen en general), el delito en los Estados Unidos permanece en el fondo de la tendencia a la baja o cerca de ésta, durante más de un cuarto de siglo", alegó en su informe Ames Grawert, criminólogo del Centro de Justicia de Brennan en La Universidad de Nueva York.
Pero no todas las ciudades de EE.UU. han compartido igualmente el declive, dijo, y agregó que se necesitan más "soluciones innovadoras para preservar y expandir las ganancias de seguridad pública".
La caída general de los delitos violentos se observó en la mayor parte de las categorías.
La tasa de homicidios también disminuyó por segundo año consecutivo, mostrando una baja del 6 por ciento, casi 5 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Aunque es un poco más alto que el mínimo reciente en 2014, la tasa general de asesinatos en EE.UU. sigue siendo casi la mitad del máximo de 1991, 10 asesinatos por cada 100 mil personas.
Las grandes ciudades vieron un marcado descenso en los asesinatos. En capitales con una población de más de 1 millón de personas, como Chicago, la tasa general de asesinatos descendió un 8,5 por ciento.
Mientras que en Chicago, bajó un 14 por ciento, 21 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Y en Baltimore, otra ciudad que ha experimentado altos índices de asesinatos en los últimos años, cayó un 9 por ciento a 51 asesinatos.
La disminución en el crimen violento ha sido más pronunciada en la ciudad más grande del país, Nueva York. Una vez conocida como la capital del asesinato de Estados Unidos, registró solo 287 asesinatos en 2018, cinco menos que en 2017, y un 87 por ciento menos que en 1990, cuando tuvo un récord de 2.245 asesinatos.
Entre otras categorías de delitos violentos, el robo fue el que experimentó el mayor declive, disminuyendo en un 12 por ciento, 86.2 robos por cada 100 mil personas. Sin embargo, la tasa de delitos de violación aumentó un 2,1 por ciento, esto debido probablemente a un aumento en las denuncias, 42,6 violaciones por cada 100 mil habitantes.
