Las restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera están vigentes, esto significa que los migrantes que crucen de manera irregular serán procesados para la deportación acelerada, a menos que expresen un temor creíble de regresar a su país como persecución o tortura.

Luis Miranda, Funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.

“A partir de la media noche de anoche las personas que cruzaron ilegalmente o que llegaron a un puerto de entrada sin autorización no son elegibles para el asilo”.

Las personas que utilizan procesos de entrada legales, como la aplicación móvil CBP One u otras vías legales, no se verán afectadas por esta directriz.

Luis Miranda, Funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.

“La frontera sigue abierta para lo que es el comercio legitimo, el transito normal de la frontera, el comercio, camiones, trenes, el turismo, personas que tienen visa”.

Demócratas y republicanos criticaron la orden ejecutiva del presidente Biden, por diferentes razones, los demócratas porque deja vulnerables a los solicitantes de asilo y los republicanos por no haberlo hecho antes.

Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes

“Hoy hace 126 días Joe Biden dijo: "He hecho todo lo que puedo". Se le preguntó por qué no utilizaría su amplia autoridad ejecutiva para abordar la catástrofe fronteriza que él mismo creó. Miró a las cámaras y dijo: 'No tengo opciones'. "He hecho todo lo que puedo hacer".

Abogados y activistas señalan que durante su campaña Biden prometió no cerrar la frontera para solicitantes de asilo y mantener políticas humanas, diferentes a las del expresidente Donald Trump con el Título 42 y la política quédate en México.

Héctor Quiroga, abogado de inmigración.

“Viene en un tiempo completamente sospechoso precisamente cuando se están perfilando las elecciones. Si es una orden ejecutiva que el presidente puede firmar porque no la firmó hace un año, hace dos años”.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, en los últimos tres años fiscales, la mayoría de los encuentros en la frontera suroeste resultaron en deportaciones. Sólo durante el año pasado, deportaron a más de 750.000 personas, muchas más que en cualquier año fiscal desde 2010. Iacopo Luzi, Voz de América, Washington.