Los países suelen pedir prestado dinero a organismos internacionales cuando lo recaudado en impuestos no es suficiente para el pago de proyectos o gastos del Estado.
En Centroamérica, el país que menos ha recurrido a esta práctica es Guatemala, cuya deuda pública es la más baja de la región con 22.593 millones de dólares, lo que equivale a un aproximado del 30 % del Producto Interno Bruto (PIB), según cálculos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI).
Mientras que los países con la mayor deuda pública son El Salvador, con el 76 % de su PIB comprometido y Costa Rica con el 63 %.
“Históricamente Guatemala ha sido un país muy conservador. No ha estado en la situación de Honduras o Nicaragua en los años 80’s, países pobres altamente endeudados. Tampoco hemos llegado a tener dependencia de la deuda como la tiene El Salvador y Costa Rica, y eso de alguna manera genera un blindaje macroeconómico”, dijo a la Voz de América el economista Hugo Maul, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su evaluación del Artículo IV 2023, dijo que la deuda de El Salvador es “elevada y se encuentra en una senda insostenible”. Por lo que recomendó, en febrero de este año, “el desarrollo de un plan fiscal y de financiamiento completo y ambicioso, destinado a reconducir la deuda a una senda sostenible y a facilitar el acceso al mercado internacional de capitales".
Mientras que para Costa Rica dijo que “la orientación general de las políticas debe seguir centrada en hacer que la inflación regrese a la meta y que la deuda pública se mantenga en una firme trayectoria descendente”.
¿La deuda es funcional?
Una de las maneras utilizadas por las entidades financieras para medir si un nivel de deuda es correcto o excesivo es comparando lo que se debe con el PIB de cada país, es decir, comparando el monto de la deuda con el valor de los bienes y servicios finales que produce ese país.
Por ejemplo, si un país debe 80 millones de dólares y su PIB es de 100 millones, de lo producido, ya debe la mayor parte y su capacidad de riqueza queda reducida.
Según el ICEFI, en 2020, varios países del mundo registraron un aumento del nivel de endeudamiento público debido a la disminución del PIB por la poca actividad económica. En el caso de Centroamérica, el nivel promedio de endeudamiento en la región era del 48,5 %. Luego de la pandemia, el promedio de deuda se elevó al 60,6 %.
“Con las cifras consideradas en los presupuestos de ingresos y gastos del Estado para cada uno de los países de la región, se estima que, al cierre de 2023, la deuda pública regional media se reducirá́ hasta 54 % del PIB”, señala ICEFI.
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