Las fuerzas estadounidenses y filipinas lanzaron este martes sus ejercicios de combate más grandes en décadas en Filipinas y en el disputado Mar de China Meridional, donde Washington ha advertido repetidamente a Beijing sobre sus acciones cada vez más agresivas.
Diecisiete días de ejercicios y más de 17 mil militares para la última demostración de la potencia de fuego estadounidense en Asia, ya que la administración Biden fortalece un arco de alianzas para contrarrestar mejor a China, incluso en una posible confrontación sobre Taiwán, que Beijing reclama como propia.
Lloyd Austin III, Secretario de defensa de EEUU, dijo en la tarde del martes: “Nuestra alianza se guía en última instancia por nuestro profundo y duradero compromiso con la libertad. Así que no somos solo aliados. Somos aliados demócratas. Y Estados Unidos y Filipinas están unidos por una visión común para el futuro. Una visión que está anclada en el estado de derecho y la libertad de los mares y el respeto por la integridad territorial de los estados soberanos."
Sobre Taiwán, el ejército de China declaró el lunes que está "listo para luchar" después de completar tres días de ejercicios de combate a gran escala alrededor del país, que simularon sellar y bombardear la isla en respuesta al viaje de la presidenta taiwanesa a Estados Unidos la semana pasada, donde se encontró con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo: “Estados Unidos debería dejar de interferir en los asuntos internos de China, dejar de socavar los intereses de China en cualquier forma y dejar de sabotear la base política de las relaciones bilaterales mientras afirma construir 'barandillas' alrededor de los lazos bilaterales”.
El Pentágono dijo que sigue de cerca lo que sucede en torno a Taiwán e invitó a China a ejercer el máximo control, porque la paz está en riesgo.
Taipei dijo que China ha minado la estabilidad de la región y también Japón señaló su preocupación por la actividad china cerca de su territorio.
Solo Rusia defendió a Beijing y dijo que tiene el derecho soberano de reaccionar ante las acciones provocativas de Estados Unidos, incluso realizando maniobras.
El escenario militar que estamos viendo, según analistas, se cruza con el geopolítico. China flexionó sus músculos en estos días y ha demostrado que puede invadir Taiwán cuando quiera. Una manera para decir a Estados Unidos y Occidente que no se meta en sus asuntos, porque Taiwán, según Beijing, es parte de China. Sin embargo, Estados Unidos ha dicho ya varias veces que defender Taiwán es obligatorio.