El presidente Donald Trump aseguró este miércoles que "el número de casos" de COVID-19 no es "la referencia más importante" a la hora de valorar el avance de la pandemia en Estados Unidos.
"Según avanzamos, el número de casos no es ni mucho menos la referencia más importante en la que centrarse, ya que, de hecho, tenemos más casos porque hacemos muchas más pruebas que ningún otro país en el mundo", declaró el mandatario durante una rueda de prensa para informar sobre la situación de la pandemia en el país.
El presidente minimizó así el impacto que, aún hoy, tiene el "enemigo invisible" en el país, con más de mil muertes cada día. Según datos de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos ha registrado 165.531 óbitos y se han confirmado 5.181.637 casos desde el comienzo de la pandemia.
Trump explicó que cuando haces pruebas a más de 65 millones de personas "vas a encontrar casos que generalmente no se verían" y aseguró que en países como México, apenas se realizan test. "Realizan la prueba cuando alguien no se encuentra bien", sostuvo.
El presidente, que inició su comparecencia ante los medios mostrando una serie de gráficas económicas que utilizó para apuntalar su mensaje de optimismo sobre la economía estadounidense, subrayó la necesidad de reabrir el país y aseguró que "muy pronto" habrá una vacuna y tratamientos para hacer frente al nuevo coronavirus.
"Tenemos que reabrir nuestro país. Entendemos la enfermedad, entendemos a quién golpea; tenemos que proteger a nuestros mayores, especialmente a los mayores que no están bien. Tenemos que protegerles", afirmó.
Nuevas medidas de estímulo
El presidente defendió las medidas tomadas hasta ahora por su Administración, aunque lamentó el impasse en que se encuentra el Congreso, que por el momento ha sido incapaz de aprobar un nuevo paquete de estímulo.
"Los demócratas han abandonado al pueblo estadounidense por una simple cuestión política", dijo.
Trump afirmó que la oposición se rige por una "agenda propia" y calificó de "ridícula" la propuesta de 3 billones de dólares para hacer frente a la pandemia en Estados Unidos, a pesar de que la oferta de un billón de dólares del partido Republicano no contempla algunos gastos importantes por los que aboga la propia Casa Blanca, como el envío de un cheque a los ciudadanos o los 400 dólares adicionales en las prestaciones por desempleo.
El presidente criticó, además, los 3.500 millones de dólares que solicita la oposición para garantizar que las elecciones del 3 de noviembre se celebren con todas las garantías para evitar posibles contagios, así como la propuesta de inyectar 2.500 millones de dólares en el servicio postal para que pueda hacer frente al aumento del voto por correo que se prevé para estos comicios.
Por contra, Trump se comprometió a condonar los impuestos sobre las nóminas en caso de ser reelecto, algo que, según dijo, no afectaría a las arcas de la Seguridad Social, puesto que recurriría al Fondo General del Estado.
"Lo dije desde el primer día, vamos a proteger la Seguridad Social", esgrimió.