El Congreso de Perú eligió el lunes al legislador centrista Francisco Sagasti como presidente interino del país, para calmar la convulsión política, en medio de protestas sociales iniciadas tras la destitución de Martín Vizcarra.
Sagasti, del conservador Partido Morado, es ingeniero industrial, tiene 76 años y trabajó en el Banco Mundial.
Desde hoy, deberá dirigir el país, de manera interina, hasta julio del 2021.
Por su parte, la legisladora Mirtha Vásquez, del partido de izquierda Frente Amplio, será presidenta del Congreso, en razón de que ocupa la vicepresidencia del Parlamento unicameral.
El domingo los parlamentarios no lograron elegir a uno de sus 130 miembros para que se convirtiera en el cuarto presidente desde 2016 y reemplazar a Merino, que sólo gobernó seis días.
La crisis política comenzó el pasado lunes 9 de noviembre cuando el Congreso acusó y destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra, por cargos de corrupción sin pruebas concluyentes.
Mientras tanto, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos informó de hasta 112 heridos y al menos 41 desaparecidos.
La Defensoría del Pueblo denunció el uso indebido por parte de la policía de gases lacrimógenos "sin justificación contra los jóvenes".
Sagasti, del conservador Partido Morado, es ingeniero industrial, tiene 76 años y trabajó en el Banco Mundial.
Desde hoy, deberá dirigir el país, de manera interina, hasta julio del 2021.
Por su parte, la legisladora Mirtha Vásquez, del partido de izquierda Frente Amplio, será presidenta del Congreso, en razón de que ocupa la vicepresidencia del Parlamento unicameral.
El domingo los parlamentarios no lograron elegir a uno de sus 130 miembros para que se convirtiera en el cuarto presidente desde 2016 y reemplazar a Merino, que sólo gobernó seis días.
La crisis política comenzó el pasado lunes 9 de noviembre cuando el Congreso acusó y destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra, por cargos de corrupción sin pruebas concluyentes.
Mientras tanto, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos informó de hasta 112 heridos y al menos 41 desaparecidos.
La Defensoría del Pueblo denunció el uso indebido por parte de la policía de gases lacrimógenos "sin justificación contra los jóvenes".
