Desde 1852, cada presidente de Estados Unidos ha sido miembro de uno de los dos principales partidos políticos del país, el Partido Republicano o el Partido Demócrata.
Los demócratas generalmente apoyan impuestos más altos para que puedan financiar más programas gubernamentales.
Mientras que los republicanos habitualmente prefieren impuestos más bajos y menos intervención del Estado.
Estos dos partidos tienden a reflejar puntos de vista políticos relativamente moderados. Pero hay otros partidos políticos más pequeños, incluidos el llamado Constitución Libertaria, los socialistas y los verdes.
O simplemente se puede ser independiente y no estar afiliado a ningún partido.
Estos partidos no son tan grandes, pero pueden tener una gran influencia en las elecciones presidenciales al quitar votos al candidato de las dos formaciones principales, lo que en algunos años puede ser un factor decisivo en la carrera para convertirse en presidente.
Los demócratas generalmente apoyan impuestos más altos para que puedan financiar más programas gubernamentales.
Mientras que los republicanos habitualmente prefieren impuestos más bajos y menos intervención del Estado.
Estos dos partidos tienden a reflejar puntos de vista políticos relativamente moderados. Pero hay otros partidos políticos más pequeños, incluidos el llamado Constitución Libertaria, los socialistas y los verdes.
O simplemente se puede ser independiente y no estar afiliado a ningún partido.
Estos partidos no son tan grandes, pero pueden tener una gran influencia en las elecciones presidenciales al quitar votos al candidato de las dos formaciones principales, lo que en algunos años puede ser un factor decisivo en la carrera para convertirse en presidente.