El gobierno de Estados Unidos y la farmacéutica Johnson and Johnson invertirán mil millones de dólares en una vacuna para el COVID-19. La empresa dice que tendrá lista una versión de emergencia a principios del año que viene. Para ello, comenzará a probarla en personas el próximo septiembre. La medida llega después de que el presidente Donald Trump ampliara la recomendación de distanciamiento social hasta el 30 de abril. Y no solo eso. Apuntó al 1 de junio como fecha en que el país comenzará a recuperarse de la pandemia.
((SOT Donald Trump, presidente de EE.UU.))
“El pico, el punto más álgido del índice de muertes es probable que llegue dentro de dos semanas. Nada sería peor que cantar victoria antes de hacernos con ella”.
El presidente cambia, así, su pronóstico de principios de la semana pasada, cuando expresó su deseo de reactivar la actividad en el país el 12 de abril.
Los más de 140.000 casos identificados de COVID-19 y las más de 2.500 muertes, están lejos de la cifra final que se cobrará el coronavirus, según las autoridades sanitarias, que advirtieron que, en el peor de los casos, hasta 200.000 personas pueden llegar a perder la vida.
Ante las críticas de la oposición de haber reaccionado tarde a esta crisis, la Administración Trump está habilitando medidas para destinar fondos de emergencia a los estados más afectados. Es el caso de Nueva York, considerado el epicentro de la pandemia en el país. Allí llegó hoy un barco hospital de la Marina que aportará mil camas adicionales al sistema sanitario de la ciudad. Su alcalde dijo que 750 de estas serán ocupadas de inmediato.
Desde Washington les informó Bricio Segovia, de la Voz de América.
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