Tres años y cuatro meses de cárcel para Roger Stone. ¿El delito? Mentir al Congreso sobre la injerencia de Rusia en las elecciones estadounidenses del 2016, obstruir la investigación y manipular a testigos.
Pero este caso ha dado más de qué hablar por ser Stone un asesor político informal que ayudó a Donald Trump con su primera campaña presidencial. Y por las constantes críticas que el mandatario ha hecho del caso.
Tantas, que el secretario de Justicia del país llegó a expresar las dificultades que suponían para su departamento los tuits del presidente.
((SOT GRÁFICO William Barr, secretario de Justicia de Estados Unidos))
“Tener comunicados públicos y tuits sobre el departamento, sobre personas del departamento, nuestros hombres y mujeres, sobre casos pendientes en el departamento y sobre jueces ante los cuales tenemos casos, hace imposible que realice mi trabajo y asegure a los tribunales y a los fiscales, en el departamento, que estamos haciendo nuestro trabajo con integridad”.
Y la cosa no quedó ahí. El equipo de fiscales que llevaba la causa de Stone se retiró del caso, la semana pasada, después de que Trump expresara públicamente su disconformidad con la sentencia que sugería.
El involucramiento del presidente en la pena de su exasesor provocó también que más de mil exfuncionarios del departamento de Justicia pidieran, en esta carta, la dimisión del jefe de esa cartera. Denuncian que, junto al mandatario, William Barr ha permitido una politización que hace imposible que el departamento lleve a cabo su labor de manera justa y ecuánime.
Ahora, la gran pregunta que plantean los medios informativos es si el presidente valora un indulto a Stone. Por el momento, se limita a tuitear mensajes de apoyo a su exasesor y a decir…
((SOT Donald Trump
“No lo he pensado en absoluto. (…) Pero creo que lo han tratado de manera muy injusta”.
Bricio Segovia, Voz de América, Washington.
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